Judit 4

[1] Cuando los israelitas del territorio de Judá supieron que Holofernes, jefe supremo del ejército de Nabucodonosor, rey de Asiria, había despojado a los pueblos vecinos y destruido sus santuarios, [2].tuvieron miedo y temblaban pensando en la suerte de Jerusalén y su Templo, [3].ya que hacía poco que habían vuelto del destierro; el pueblo de Judea acababa de reunirse y de consagrar de nuevo el Templo con su altar y su mobiliario después de ser profanado.

[4].Entonces avisaron a toda la región de Samaria, a Komá, Bet-Jorán, Belmain, Jericó, Joba, Esorá y el valle de Salem. [5].Ocuparon las alturas de las montañas, fortificaron los pueblos e hicieron provisiones para sostener la guerra, ya que habían terminado de segar sus campos. [6].El jefe de los sacerdotes, Joaquín, que estaba entonces en Jerusalén, escribió a los habitantes de Betulia y Betomestain, que está frente a Esdrelón, a la entrada de la llanura de Dotán, [7].diciéndoles que cuidaran las subidas de la montaña que dan acceso a Judea, pues era fácil detener allí el avance de los atacantes, ya que era tan estrecho el paso que sólo permitía pasar de dos en dos.
[8].Los israelitas cumplieron las órdenes de Joaquín, jefe de los sacerdotes, y del consejo de los Ancianos de todo Israel, que se encontraba en Jerusalén.
[9].Todos los israelitas se dirigieron humilde y fervorosamente a Dios. [10].Los hombres, sus esposas, sus hijos, sus ganados, los forasteros, los jornaleros y los esclavos se pusieron saco sobre sus cuerpos. [11].Los habitantes de Jerusalén, con sus esposas y sus niños, se arrodillaron ante el Templo, cubrieron de ceniza sus cabezas y extendieron las manos para rezar ante el Señor. [12].Cubrieron el altar de saco, y todos a una voz pidieron al Dios de Israel que no permitiera arrebatar a sus hijos y esposas, destruir sus ciudades y profanar su Templo.
[13].El Señor oyó su voz y comprendió su angustia.
El pueblo ayunó muchos días en Judá y Jerusalén ante el Templo del Señor Omnipotente. [14].Joaquín, jefe de los sacerdotes, los sacerdotes y ministros del Señor, vestidos de saco, ofrecían el sacrificio perpetuo, [15].y, con sus gorros cubiertos de ceniza, clamaban al Señor con todas sus fuerzas para que velara por todo Israel.

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