Salmo 119 (118), 1 - 176

[1] Dichosos los que sin yerro andan el camino y caminan según la Ley del Señor. [2] Dichosos los que observan sus testimonios y lo buscan de todo corazón, [3] que sin cometer injusticia caminan por sus sendas. [4] Tú eres quien promulgó tus ordenanzas para que las observen totalmente. [5] Ojalá sea firme mi conducta en cumplir con tus preceptos. [6] Entonces no tendré vergüenza alguna en respetar todos tus mandamientos. [7] Te daré gracias con rectitud de corazón cuando vaya aprendiendo tus juicios justos. [8] Tus preceptos, yo los quiero guardar, no me abandones, pues, completamente. [9] ¿Cómo un joven purifica su camino? Basta con que observe tus palabras. [10] ¡Con todo mi corazón te he buscado, no me desvíes de tus mandamientos! [11] En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti. [12] ¡Bendito seas, Señor, enséñame tus preceptos! [13] Con mis labios he enumerado todos los juicios de tu boca. [14] Me he complacido en seguir tus testimonios más que en tener toda una fortuna. [15] Quiero meditar en tus ordenanzas y tener ante mis ojos tus senderos. [16] En tus preceptos me deleitaré, jamás me olvidaré de tus palabras. [17] Sé bueno con tu servidor y viviré, pues yo quisiera guardar tu palabra. [18] Abre mis ojos para que yo vea las maravillas de tu Ley. [19] En la tierra soy sólo un pasajero, no me ocultes pues tus mandamientos. [20] Mi alma se consume deseando tus juicios en todo tiempo. [21] Tú amenazas a los arrogantes malditos, que desertan de tus mandamientos. [22] Ahórrame el desprecio y la vergüenza pues tus testimonios he guardado. [23] Aunque príncipes sesionen en mi contra, tu servidor meditará en tus maravillas. [24] Tus testimonios son también mis delicias, tus preceptos son mis consejeros. [25] Mi alma está adherida al polvo, vivifícame conforme a tu palabra. [26] Te expuse mis proyectos y me respondiste: enséñame tus preceptos. [27] Haz que tome el camino de tus ordenanzas para que medite en tus maravillas. [28] Mi alma está deprimida de pesar, levántame de acuerdo a tu palabra. [29] Aleja de mí el camino engañador, y dame la gracia de tu Ley. [30] He elegido el camino de la verdad, y tus juicios he deseado. [31] Me he apegado, Señor, a tus testimonios, que no me decepcione. [32] Corro por el camino de tus mandamientos, ahí me ensanchas el corazón. [33] Señor, enséñame el camino de tus preceptos, que los quiero seguir hasta el final. [34] Dame la inteligencia para guardar tu Ley, y que la observe de todo corazón. [35] Guíame por la senda de tus mandamientos, pues en ésa me complazco. [36] Inclina mi corazón hacia tus testimonios y no hacia la ganancia. [37] Guarda mis ojos de mirar cosas vanas, me darás vida en tus caminos. [38] Cumple con tu siervo tu promesa dirigida a aquellos que te temen. [39] Aparta de mí el desprecio que temo pues tus juicios son para mi bien. [40] Mira cómo deseo tus ordenanzas, tú que eres justo, vivifícame. [41] Que venga a mí, Señor, tu gracia y tu salvación, conforme a tu palabra. [42] Entonces responderé a los que se burlan, que puedo confiar en tus palabras. [43] Que no se me olvide la palabra de verdad, pues espero en tus juicios.. [44] Quiero observar tu Ley constantemente, por siempre jamás. [45] Estaré a mis anchas en todos mis caminos, pues tus ordenanzas he buscado. [46] Ante reyes hablaré de tus testimonios y no tendré vergüenza. [47] Me he deleitado en tus mandamientos a los que amaba mucho. [48] Alzaré mis manos hacia ti y meditaré en tus preceptos. [49] Recuerda tu palabra a tu servidor, ella ha mantenido mi esperanza. [50] Este es mi consuelo en mi miseria que tu palabra me vivificará. [51] Los soberbios se burlaban mucho de mí, pero no me he movido de tu Ley. [52] Me acuerdo de tus juicios de otros tiempos y eso, Señor, me da aliento. [53] Al ver a los impíos me da rabia: ¿por qué abandonan tu Ley? [54] Tus preceptos son salmodias para mí en la casa donde me reciben. [55] Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh Señor, y observo tu Ley. [56] Por lo menos esto me quedará, haber guardado tus ordenanzas. [57] Lo que escojo, Señor, yo lo he dicho, es observar tus palabras. [58] Con todo mi corazón he procurado que tu rostro se enternezca, ten piedad de mí según tu palabra. [59] He reflexionado en mis caminos, a tus testimonios readecuaré mis pasos. [60] Me he apresurado, no me he retardado en obedecer tus mandamientos. [61] Las pecadores intentaron seducirme, pero no me olvidado de tu Ley. [62] A medianoche me levanto, te doy gracias por tus justos juicios. [63] Me he aliado con todos los que te temen y que observan tus ordenanzas. [64] De tu bondad, Señor, está llena la tierra, enséñame tus preceptos. [65] Has sido bueno con tu servidor, Señor, de acuerdo a tu palabra. [66] Enséñame el buen sentido y el saber pues tengo fe en tus mandamientos. [67] Antes de ser humillado me había alejado pero ahora yo observo tu palabra., [68] Tú que eres bueno y bienhechor, enséñame tus preceptos. [69] Los soberbios me recubren de mentira, mas, con todo el corazón, guardo tus ordenanzas. [70] Su corazón está obstruido como de grasa, pero para mí tu Ley es mi delicia. [71] Fue bueno para mí que me humillaras para que así aprendiera tus preceptos. [72] La ley de tu boca vale más para mí que millones de oro y plata. [73] Tus manos me han hecho y organizado, dame la inteligencia para aprender tus mandatos. [74] Se alegrarán los que te temen al ver que he esperado en tu palabra. [75] Sé, Señor, que tus juicios son justos y que con razón me has afligido. [76] Que tu gracia me asista y me consuele, conforme a tu palabra dada a tu siervo. [77] Que venga a mí tu ternura y me dé vida, porque mis delicias son tu Ley. [78] Confunde a los soberbios que me calumnian, mientras yo medito en tus ordenanzas. [79] Que se vuelvan a mí los que te temen y que saben de tus testimonios. [80] Que cumpla mi corazón sin falla tus preceptos para que no quede avergonzado. [81] Mi alma se desgastó anhelando tu salvación, espero en tu palabra. [82] Mis ojos se cansaron por tu palabra, ¿cuándo vendrás a confortarme? [83] Aunque parezco un cuero ahumado, no he olvidado tus preceptos. [84] ¿Qual será la suerte de tu servidor? ¿cuándo harás justicia con mis perseguidores? [85] Los soberbios me han cavado trampas, lo que estaba en contra de tu Ley. [86] Todos tus mandamientos son verdad: me persiguen sin razón, ¡ayúdame! [87] Por poco no me dejaban en el suelo, pero yo no abandoné tus ordenanzas. [88] Por tu bondad dame vida, para que observe el testimonio de tu boca. [89] Tu palabra, Señor, es para siempre, inmutable en los cielos. [90] De generación en generación tu verdad; igual que la tierra que tú fundaste [91] y que se mantiene por tu decisión, pues el universo es tu servidor. [92] Si en tu Ley no hubiera puesto mis delicias habría perecido en mi miseria. [93] Jamás olvidaré tus ordenanzas pues por ellas me haces revivir. [94] Tuyo soy, sálvame, ya que he buscado tus ordenanzas. [95] Los malvados me espían para perderme, pero estoy atento a tus testimonios. [96] He visto el fin de todo lo perfecto, ¡cuánto más amplio es tu mandamiento! [97] ¡Cuánto amo tu Ley! En ella medito todo el día. [98] Me haces más sabio que mis enemigos por tu mandamiento que es siempre mío. [99] Soy más agudo que todos mis maestros, merced a tus testimonios que medito. [100] Superé a los ancianos en saber pues guardo tus ordenanzas. [101] Aparté mis pasos de todo mal camino, pues quería ser fiel a tu palabra. [102] De tus juicios no me he apartado, pues tú me los enseñas. [103] ¡A mi paladar son dulces tus palabras, más que la miel para mi boca! [104] Tus ordenanzas me han dado la inteligencia, por eso odio cualquier ruta mentirosa. [105] Para mis pasos tu palabra es una lámpara, una luz en mi sendero. [106] He hecho un juramento y lo mantendré de guardar tus justos juicios. [107] He sido hasta el colmo afligido vivifícame, Señor, según tu palabra. [108] Acepta, Señor, la ofrenda de mi boca, y enséñame tus juicios. [109] Expongo mi vida a cada instante, pero jamás me olvido de tu ley. [110] Los malvados me han tendido una celada pero no me alejé de tus ordenanzas. [111] Tus testimonios han sido siempre mi herencia, son la alegría de mi corazón. [112] Incliné mi corazón a cumplir tus preceptos, siempre y totalmente. [113] Odio los corazones repartidos y amo tu Ley. [114] Tú eres mi refugio y mi escudo, he puesto en tu palabra mi esperanza. [115] Apártense de mi, agentes del mal, para que guarde los mandamientos de mi Dios. [116] Sostenme según tu palabra, y viviré que no sea en vano mi esperanza. [117] Sé mi apoyo y estaré salvado, que tus preceptos sean siempre mis delicias. [118] Desprecias a los que abandonan tus preceptos, sus proyectos no son más que mentira. [119] Los malos del país son para ti la escoria, por eso yo amo tus testimonios. [120] Ante ti mi carne tiembla de miedo, tus juicios me llenan de temor. [121] He actuado con derecho y con justicia, no me entregues a mis opresores. [122] Defiende la causa de tu servidor, no dejes que me opriman los soberbios. [123] Por tu salvación mis ojos languidecen, y por tu justa palabra. [124] Según tu amor actúa con tu siervo, y enséñame tus preceptos. [125] Soy tu servidor, dame la inteligencia para que conozca tus testimonios. [126] Señor, es tiempo de que actúes, pues se viola tu Ley, [127] al verlo amo más tus mandamientos, los aprecio más que el oro fino. [128] Me regulo por todos tus preceptos y odio cualquier camino de mentira. [129] Maravillosos son tus testimonios por eso mi alma los guarda. [130] Exponer tus palabras es dar luz y abrir la inteligencia de los sencillos. [131] Abro una boca grande para aspirar pues estoy ávido de tus mandamientos. [132] Vuélvete a mí y ten de mí piedad, como los que aman tu nombre lo merecen. [133] Afirma con tu palabra mis pasos, no dejes que me domine algún mal. [134] Líbrame de la opresión del hombre, para que pueda observar tus ordenanzas. [135] Haz brillar tu faz sobre tu siervo y enséñame tus preceptos. [136] De mis ojos han brotado ríos de lágrimas al ver que no se observa tu Ley. [137] Tú eres justo, Señor, y rectos son tus juicios. [138] Has dictado tus testimonios con justicia, y con toda verdad. [139] Me consumo de indignación pues mis adversarios olvidan tus palabras. [140] Tu palabra está totalmente comprobada por eso tu servidor la ama. [141] Aunque soy poca cosa y despreciable, no me olvido de tus ordenanzas. [142] Tu justicia es justicia eternamente y tu Ley es verdad. [143] Si me asaltan la angustia y la ansiedad, tus mandamientos aún son mis delicias. [144] Tus testimonios son justicia eterna, dame la inteligencia y viviré. [145] Te invoco, Señor, con todo el corazón, respóndeme, pues quiero observar tus preceptos. [146] Yo a ti clamo, sálvame, pues quiero guardar tus testimonios. [147] Me adelanto a la aurora para clamarte, espero en tus palabras. [148] Mis ojos se adelantaron a las horas y volví a meditar en tu palabra. [149] Por tu amor, Señor, oye mi voz, hazme vivir según tus juicios. [150] Mis perseguidores se adhieren al crimen, pero se alejan de tu Ley. [151] Tú estás cerca, Señor, y todos tus mandamientos son verdad. [152] Lo que hace tiempo sé de tus testimonios es que los fundaste para siempre. [153] Mira mi miseria y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley. [154] Defiende mi causa y líbrame, que me vivifique tu palabra. [155] La salvación está lejos de los impíos, pues no se interesan en tus preceptos. [156] Frecuentes son, Señor, tus misericordias, hazme vivir según tus juicios. [157] Mis perseguidores y mis enemigos son sin cuento, pero no me aparté de tus testimonios. [158] Vi a los traidores y me dieron asco, pues no respetan tu palabra. [159] Mira cuánto amo tus ordenanzas, Señor, hazme vivir según tu gracia. [160] El principio de tu palabra es la verdad, tus juicios son justos para siempre. [161] Si bien los príncipes me perseguían sin razón, mi corazón temía más a tus palabras. [162] Tu palabra me llena de gozo como quien encuentra un gran tesoro. [163] Detesto la mentira, la aborrezco, pero eso sí que amo tu Ley. [164] Siete veces al día yo te alabo por tus juicios que son justos. [165] Una paz grande para los que aman tu Ley, nada podrá hacerlos tropezar. [166] Espero, Señor, tu salvación, y pongo en práctica tus mandamientos. [167] Mi alma toma en cuenta tus testimonios, los amo totalmente. [168] Observo tus ordenanzas, tus testimonios, a tu vista están todos mis caminos. [169] ¡Que mi grito se acerque a tu faz, Señor, según tu palabra, dame la inteligencia! [170] ¡Que mi súplica llegue hasta tu presencia, líbrame de acuerdo a tu palabra! [171] ¡Que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus preceptos! [172] ¡Que mi lengua celebre tu palabra, pues son justos todos tus mandamientos! [173] ¡Que tu mano venga a socorrerme, pues yo elegí tus ordenanzas! [174] He ansiado, Señor, tu salvación, y tu Ley ha sido mi delicia. [175] ¡Que mi alma viva para alabarte, y tus juicios vendrán en mi ayuda! [176] Iba errante como oveja perdida, ven a buscar a tu servidor, pues bien sabes que no olvidé tus mandamientos.

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