Salmo 138 (137), 1 - 8

[1] Te doy gracias, Señor, de todo corazón, pues oíste las palabras de mi boca. Canto para ti en presencia de los ángeles, [2] y me postro ante tu Templo santo. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu palabra ha superado a tu renombre. [3] El día en que clamé, me respondiste y aumentaste la fuerza en mi alma. [4] Te darán gracias, Señor, todos los reyes de la tierra, cuando oigan las palabras de tu boca, [5] celebrarán los caminos del Señor: "¡Es muy grande la gloria del Señor!" [6] Desde arriba el Señor ve a los humildes y de lejos distingue al orgulloso. [7] Si en medio de angustias caminare tú me harías vivir; con tu mano paras al enemigo y tu diestra me salva.. [8] El Señor lo hará todo por mí, Señor, tu amor perdura para siempre, no abandones la obra de tus manos.

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