Salmo 47 (46), 1 - 10

[2] Aplaudan, pueblos todos, aclamen a Dios con voces de alegría [3] pues el Señor, el altísimo, es terrible, es un gran rey en toda la tierra. [4] Bajo nuestro yugo pone a las naciones y los pueblos a nuestros pies; [5] él eligió para nosotros nuestra herencia, orgullo de Jacob, su muy amado. [6] Dios sube entre fanfarrias, para el Señor resuenan los cuernos; [7] canten, canten a Dios; entonen salmos a nuestro rey; [8] a Dios que es el rey de toda la tierra, cántenle un himno de alabanza. [9] Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su santo trono. [10] Los jefes de los pueblos se han unido con el pueblo del Dios de Abrahán; porque él es el señor de los grandes de la tierra, él es Dios y es muy excelso.

[1] En su peregrinación anual a Jerusalén, los judíos contemplaban la morada de Dios entre los hombres. La Iglesia es la nueva Jerusalén, la ciudad inexpugnable, el centro del mundo y la columna de la verdad. En ella Dios nos comunica lo mejor de sus gracias.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

SIRACIDES