Salmo 50 (49), 1 - 23

[1] Yavé, el Dios de los dioses ha hablado: de donde sale el sol hasta el ocaso, ha convocado él a la tierra. [2] Desde Sión, la muy hermosa, Dios refulge: [3] ¡Ahí viene nuestro Dios, que no se calla! Un fuego, delante de él, lo abrasa todo, y a su alrededor ruge la tormenta. [4] De lo alto convoca a los cielos, y a la tierra para juzgar a su pueblo: [5] "Reúnan a mis fieles ante mí, que con un sacrificio sellaron mi alianza." [6] Serán los cielos los que anuncien la sentencia, porque el juez es Dios mismo: [7] "Escucha, pueblo mío, que te hablo; Israel, declaro en contra tuya, yo, Dios, que soy tu Dios. [8] No te reprendo por tus sacrificios, o por tus holocaustos, que están siempre ante mí. [9] No tomaría un toro de tuestablo ni un chivo de tu corral, [10] pues mío es cuanto vive en la selva y los miles de animales de los montes. [11] Conozco a todas las aves del cielo y mío es cuanto se mueve en el campo. [12] Si tuviera hambre, no te lo diría, pues mío es el orbe y lo que encierra. [13] ¿Acaso comeré carne de toros o beberé la sangre de cabritos? [14] Pero, dale gracias a Dios con sacrificios, y cumple tus mandas al Altísimo; [15] invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria. [16] Pero al impío Dios le dice: "¿Por qué vas repitiendo mis preceptos, y andas siempre hablando de religión, [17] tú que odias mis reprensiones y te echas mis palabras a la espalda? [18] Si ves un ladrón, corres con él, y entre los adúlteros tienes tu sitio. [19] Das rienda suelta a tu boca para el mal y tu lengua urde el engaño. [20] Si te sientas, hablas mal de tu hermano, tú deshonras al hijo de tu madre. [21] Si tú lo haces, ¿tendré yo que callarme? ¿o piensas que yo soy como tú? Te acusaré y te lo echaré en cara. [22] ¡Oigan bien los que se olvidan de Dios! pues si doy un zarpazo no habrá quien los libere. [23] Me honra el que da gracias con sacrificios, pero al que va por camino recto, le haré ver la salvación de Dios".

[1] Para el pueblo de Dios fue, por largo tiempo, un motivo de reflexión y de discusión saber qué es más importante para Dios si la ofrenda de los sacrificios o la práctica de la Ley. El salmo pide que se honre a Dios por medio de los sacrificios, pero asigna abiertamente el primer lugar a la rectitud de toda nuestra vida.

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