Salmo 57 (56), 1 - 12

[2] Piedad de mí, oh Dios, piedad de mí, pues en ti se refugia el alma mía, a la sombra de tus alas me cobijo hasta que haya pasado la tormenta. [3] Yo clamo al Dios Altísimo, al Dios que de mí cuida. [4] Que del cielo mande alguien a salvarme de las manos de aquellos que me acosan; envíe Dios su gracia y su verdad. [5] Yo duermo rodeado de leones, que devoran a los hijos de los hombres, sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada acerada. [6] Muéstrate, oh Dios, por encima de los cielos, y que brille tu luz en toda la tierra. [7] Habían tendido un lazo en mi camino, allí querían que cayera; ante mí cavaron una trampa pero ellos cayeron dentro. [8] Oh Dios, mi corazón está dispuesto, mi corazón está atento, quiero cantar y tocar para ti. [9] Despiértate, corazón mío, despiértense arpas y cítaras, que quiero a la aurora despertar. [10] Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré en todas las provincias, [11] pues tu amor está a la altura de los cielos y tu verdad se eleva hasta las nubes. [12] Muéstrate, oh Dios, por encima de los cielos, y que brille tu gloria en toda la tierra.

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