2a Crónicas 12, 1 - 16

[1] Cuando Roboam se sintió firme y fuerte en su reino, abandonó la Ley de Yavé y con él todo Israel. [2] Y sucedió que el año quinto del rey Roboam subió Sosaq, rey de Egipto, contra Jerusalén, pues sus habitantes no eran fieles a Yavé; [3] llegaban con mil doscientos carros y sesenta mil caballos; no se podía contar la gente que venía con él de Egipto: libios, sukitas y etíopes. [4] Tomó las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén. [5] El profeta Semaías vino a Roboam y a los jefe de Judí que se habían reunido en Jerusalén para hacer frente a Sosaq y les dijo: «Así dice Yavé: Ustedes me han abandonado y por esto también yo los abandono en manos de Sosaq.» [6] Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: «¡Yavé es justo!» [7] Cuando Yavé vio que se habían humillado, dirigió nuevamente su palabra a Semaías: «Ustedes se han humillado y por esta razón no los destruiré, sino que dentro de poco les daré la salvación y no derramaré mi cólera sobre Jerusalén por mano de Sosaq. [8] Pero serán sus esclavos, para que puedan comparar lo que es servirme y ser esclavo de reyes extranjeros.» [9] Subió, pues, Sosaq, rey de Egipto, contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa de Yavé y de los tesoros de la casa del rey. De todo se apoderó. Tomó también los escudos de oro que había hecho Salomón. [10] Entonces el rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce que confió a los jefes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del rey. [11] Cuando el rey iba a la Casa de Yavé, los hombres de la guardia los llevaban, y después los devolvían a la sala de la guardia. [12] La ira de Yavé se apartó de Roboam y no lo destruyó todo porque se había humillado. [13] Había todavía cosas buenas en Judá. Se afianzó, pues, el poder del rey Roboam en Jerusalén. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yavé de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. La madre de Roboam era amonita y se llamaba Noama. [14] Roboam hizo lo que era malo, porque no se había dedicado a buscar a Yavé. [15] Los hechos de Roboam, del comienzo al fin, ¿no están escritos según el orden genealógico en la historia del profeta Semaías y del vidente Idó? Hubo guerra continua entre Roboam y Jeroboam. [16] Roboam se acostó con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David. Reinó en su lugar su hijo Abías.

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