2a Crónicas 22, 1 - 12

OCOZÍAS

[1] Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey en su lugar a su hijo menor Ocozías, porque una banda de árabes que había invadido el campamento dio muerte a todos los mayores; así llegó a ser rey Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá. [2] Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, hija de Omrí. [3] También él siguió los caminos de la familia de Ajab, pues su madre le aconsejaba mal. [4] Se portó mal con Yavé, como los de la familia de Ajab, porque después de la muerte de su padre, fueron ellos sus consejeros para su perdición. [5] También por consejo de ellos fue con Joram, hijo de Ajab, rey de Israel, para combatir a Jezael, rey de Aram, en Ramot de Galaad; los arameos hirieron a Joram, [6] que se retiró a Jizrael para curarse de las heridas que había recibido en Ramá, en la batalla contra Jazael, rey de Aram. Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, bajó a Jizrael para visitar a Joram, hijo de Ajab, que se encontraba enfermo; [7] esta visita a Joram vino de Dios para ruina de Ocozías, pues llegado allí, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsí, a quien Yavé había ungido para exterminar la familia de Ajab. [8] Mientras Jehú hacía justicia con la familia de Ajab, se encontró con los jefes de Judá y con los parientes de Ocozías que estaban a su servicio, y los mató. [9] Buscó luego a Ocozías, al que agarraron en Samaria, donde se había escondido. Lo llevaron donde Jehú, que lo mató, pero le dieron sepultura, pues decían: «Es hijo de Josafat, el que buscó a Yavé con todo su corazón.»

ATALÍA

No quedó de la familia de Ocozías nadie que fuera capaz de reinar. [10] Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que había muerto su hijo, se levantó y exterminó a toda la descendencia de los reyes de Judá. [11] Pero Josabá, hija del rey, tomó a Joas, hijo de Ocozías, lo sacó de entre los hijos del rey a quienes estaban matando y los puso a él y a su nodriza en el dormitorio. Josabá, hija del rey Joram, esposa del sacerdote Jovadá y hermana de Ocozías, lo escondió de la vista de Atalía, que no pudo asesinarlo. [12] Seis años estuvo escondido en la Casa de Dios, mientras Atalía reinaba en el país.

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