2A Reyes 25, 1 - 30

LOS CALDEOS TOMAN Y DESTRUYEN JERUSALÉN

[1] En el noveno año del reinado de Sedecías, el día diez del décimo mes, vino Nabucodonosor con todo su ejército contra Jerusalén y acampó alrededor de la ciudad, [2] cercándola con una empalizada. La ciudad estuvo cercada hasta el año once. [3] El día nueve del cuarto mes de este año once, el hambre se hizo sentir muy fuerte en la ciudad y faltó el pan para la gente del pueblo. [4] Entonces hicieron una abertura en el muro de la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre los dos muros de la quinta del rey, pasando a través de los caldeos, y se fueron por el camino de la estepa. [5] Las tropas caldeas persiguieron al rey, dándole alcance en los llanos de Jericó. Entonces todo su ejército se dispersó. [6] Capturaron al rey y lo llevaron a Riblá, donde Nabucodonosor lo sometió a juicio por traidor. [7] Los hijos de Sedecías fueron degollados a su vista, y a él le sacó los ojos, encandenándolo con una doble cadena de bronce para llevarlo a Babilonia. [8] El día siete del quinto mes del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, uno de sus oficiales, Nebuzardán, jefe de la guardia, entró en Jerusalén, [9] incendió la Casa de Yavé, la casa del rey y todas las casas de los poderosos, [10] y las tropas de la guardia caldea demolieron las murallas de la ciudad. [11] Nebuzardán hizo salir lo que quedaba de los habitantes de Jerusalén y los que durante el sitio se habían pasado a los caldeos. [12] Solamente dejó una parte del pueblo, los más pobres, para trabajar las viñas y la tierra.

SAQUEO DE JERUSALÉN Y SEGUNDA DEPORTACIÓN

[13] Los caldeos rompieron las columnas de bronce, las basas y la pileta de bronce de la Casa de Yavé, llevándose todo el bronce a Babilonia. [14] Asimismo se llevaron los calderos de bronce, las paletas, los cuchillos, las cucharas y todos los utensilios de bronce de que se servían en la Casa de Yavé. [15] El jefe de la guardia tomó los incensarios y los aspersorios y todos los objetos de oro y plata, [16] junto con las dos columnas, la gran pileta y las basas que había hecho Salomón para la Casa de Yavé. Todos aquellos objetos hacían una cantidad enorme de bronce. [17] Cada una de las columnas tenía nueve metros de altura, con una capitel de bronce encima, de metro y medio de alto; había una red de granadas en torno del capitel, todo de bronce. [18] Además, el jefe del ejército tomó preso a Seraías, primer sacerdote, a Safanías, segundo sacerdote, y a los tres encargados de la puerta. [19] Tomó también a un funcionario de la ciudad que era inspector de los hombres de guerra, a cinco de los servidores del servicio doméstico del rey, que se encontraban en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del alistamiento de los ciudadanos, y a sesenta ciudadanos más que se hallaban en la ciudad. [20] A todos éstos Nebuzardán, jefe del ejército, los tomó y los llevó a Ribla, donde el rey de Babilonia. [21] El rey de Babilonia los ejecutó en Ribla, en el país de Jamat. Entonces fue desterrado Judá lejos de su tierra.

GODOLÍAS, GOBERNADOR DE JUDÁ

[22] Al pueblo que quedó en la tierra de Judá y que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dejado, le puso por gobernador a Godolías, hijo de Ajicam, hijo de Safán. [23] Todos los jefes del ejército y sus hombres supieron que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Godolías y fueron donde él a Mizpá: Ismael, hijo de Netanías, Jojanán, hijo de Careaj; Seraías, hijo de Tanjumet el netofita; Jazanías, hijo de Macati, ellos y sus hombres. [24] Godolías les declaró con juramento a ellos y a sus hombres: «No teman estar al servicio de los caldeos, quédense en el país y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.» [25] Pero en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, que era de la familia del rey, vino con diez hombres y mataron a Godolías, así como también a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpá. [26] Entonces todo el pueblo, desde el más pequeño al más grande y los jefes del ejército, huyeron a Egipto por temor de los caldeos. [27] En el año treinta y siete de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes decimosegundo, el día veintisiete, Evil-Merodac, rey de Babilonia, el mismo año que comenzó a reinar, tuvo compasión de Joaquín y lo sacó de la cárcel. [28] Le habló con amistad y le dio un trato superior al que daba a los demás reyes vencidos que tenía con él en Babilonia. [29] Joaquín se quitó los vestidos de la cárcel y durante el resto de su vida comió todos los días en presencia del rey. [30] Le dieron constantemente lo necesario para vivir, de parte del rey, todos los días de su vida.

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