Deuteronomio 19

LAS CIUDADES DE REFUGIO

[1] Cuando Yavé, tu Dios, haya exterminado a las naciones cuyo país te va a dar, cuando las hayas desalojado y vivas en sus ciudades, ocupando sus casas, [2] reservarás tres ciudades del país que Yavé, tu Dios, te da. [3] Tendrás libre y franco el camino de acceso a ellas y dividirás en tres partes el territorio que Yavé, tu Dios, te da en posesión: esto para que todo el que haya dado muerte a un hombre pueda refugiarse en esas ciudades. [4] Mira en qué caso el que dio muerte a un hombre podrá refugiarse allí para salvarse: si hirió involuntariamente a su hermano al que no tenía odio. [5] Por ejemplo, si alguno va al bosque con un compañero a cortar leña y mientras maneja el hacha para cortar el árbol, se sale el hierro del mango y va a herir mortalmente a su compañero; éste puede huir a una de estas ciudades y así salvarse. [6] No sea que el vengador de la sangre se deje llevar por la cólera, persiga al que causó la muerte, lo alcance si es muy largo el camino, y lo mate, cuando en realidad éste no es reo de muerte, ya que no odiaba anteriormente a su compañero. [7] Por esto, te mando yo que separes estas tres ciudades. [8] Pero si Yavé ensancha tus fronteras, como lo tiene jurado a tus padres, y te da todo el país que te prometió, [9] con la condición de que guardes sus mandamientos y hagas lo que hoy te digo, esto es, que ames a Yavé, tu Dios, y sigas sus caminos en todo tiempo, entonces añadirás otras tres ciudades a las antedichas, duplicando así el número de ciudades de refugio. [10] Así, no se derramará sangre inocente en medio de la tierra que Yavé, tu Dios, te da en herencia; y no serás culpable de este derramamiento. [11] Pero si un hombre, por odio a su prójimo, le tiende una emboscada, se lanza sobre él y lo hiere de muerte, si luego el agresor huye a una de estas ciudades, [12] los jefes de su ciudad mandarán prenderlo allí, al lugar de asilo, y lo entregarán en manos del pariente del muerto para que le quiten la vida. [13] No tendrás piedad de él, sino que harás desaparecer de en medio de Israel el derramamiento de sangre inocente y así tendrás prosperidad. [14] No moverás los deslindes de tu vecino del lugar en que los pusieron tus padres para delimitar la herencia familiar, en el país que Yavé, tu Dios, te dará. [15] Un solo testigo no es suficiente para condenar a un hombre, sea cual fuere el delito o falta de que se le acusa; sólo por el testimonio de dos o tres testigos se decidirá la causa. [16] Si un solo testigo se levanta contra un hombre y lo acusa de algún delito, [17] los dos hombres cuyo pleito se trata comparecerán ante Yavé, en presencia de los sacerdotes y jueces que haya en aquel tiempo. [18] Los jueces examinarán minuciosamente, y si resulta que el testigo ha dicho una mentira, acusando falsamente a su hermano, [19] le impondrán a él la pena que pretendía imponer a su hermano. Así arrancarás el mal de en medio de ti, [20] porque los demás al saberlo temerán y no cometerán cosas semejantes. [21] No te compadecerás de él, sino que le harás pagar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

[1] Los israelitas tenían un sentido muy fuerte de la solidaridad familiar y de la venganza. Cuando uno había dado muerte a otro, aunque fuera sin intención, la familia del muerto debía quitarle la vida.Aquí vemos cómo actúa Dios para educar a su pueblo. No se podía atacar de frente una mentalidad tan arraigada. Designando ciudades de refugio para el que mató sin intención, se limitaba primero el derecho de hacerse justicia por sí mismo, derecho que iba a ser suprimido con el tiempo.Un solo testigo no es suficiente para condenar (15). En varios lugares del Nuevo Testamento, por ejemplo en la condena de Jesús, se recuerda este principio.

a l� L i m H,� P� os un profeta superior a todos y que dirigiera eficazmente a todo el pueblo como lo había hecho Moisés. Cuando se presentó Juan Bautista, muchos le preguntaron: «¿Eres el profeta?» (Juan 1,21), y desde el principio de la Iglesia los cristianos comprendieron que Cristo era «el Profeta» (ver Hechos 3,22). a } . n H,� P�

pan V � s a H,� P� e-span>

[22] Este párrafo habla de los diezmos, o sea, de esa décima parte de las cosechas que se ofrece a Dios. El Deuteronomio hace de la ofrenda una base de la vida del creyente. En otras partes de la Biblia se recalcará que «el justo tiene compasión, da y presta; y que, por fin, posee la tierra», mientras «el impío pide prestado y no devuelve, y al final es arrancado de la tierra» (Sal 37). El que sabe dar, no derrocha; se conforma con lo que tiene y no le falta nada; mientras que el que se niega a dar nunca tiene bastante ni se siente feliz (Pro 11,24). (Ver también 2 Cor 9,6.)El mismo espíritu inspira el capítulo 15 sobre el año sabático (ver Lev 25,1).

ila� 3 , e P� � � ble impedir que los santuarios de Yavé se prestaran a muchos abusos e influencias de los cultos paganos. Esta unificación del culto formaba parte del gran proyecto del rey Josías: reunir el antiguo reino del norte con el reino de Judá (1 Re 23, 8-9).¿Por qué quiso Dios un solo Templo? Aparentemente, por las mismas razones por las que quiso hacer sus promesas a una sola familia de reyes, la de David. Es que Israel primero y la Iglesia después tienen que ser en el mundo un signo de unidad. Si bien es cierto que el creyente puede dirigirse a Dios en cada momento y de cualquier manera que le dicte su fe, sin embargo tendrá que respetar la voluntad de Dios de que un solo pueblo lo sirva en su Unica Casa, su Iglesia.El párrafo 12,13-19 establece la distinción entre matar animales para ofrecerlos en sacrificio, que estaba permitido sólo en el Templo de Jerusalén, y matarlos para aprovechar la carne, cosa que se puede hacer en cualquier lugar.

[29] Nueva advertencia contra el peligro de la idolatría.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

Josué 1, 1 - 18