Josué 23, 1 - 16

DISCURSO DE JOSUÉ EN SIQUEM [1] Mucho tiempo había transcurrido desde que Yavé dio paz a Israel en todas sus fronteras. [2] Josué, muy anciano y cargado de años, reunió a todo Israel, a sus ancianos, jefes, secretarios y jueces para decirles: Estoy ya muy viejo. [3] Ustedes han visto todo lo que Yavé ha hecho por ustedes con todas estas naciones y cómo él mismo ha peleado por nosotros. [4] Miren que les he repartido el territorio de todos los pueblos que destruí desde el Jordán hasta el mar Grande, como también el de esos pueblos que todavía permanecen. [5] Yavé, nuestro Dios, los seguirá rechazando ante ustedes y les quitará sus tierras para que las tengan ustedes, tal como Yavé se lo tiene prometido. [6] Por eso, sean muy valientes y tengan empeño en actuar en todo según está escrito en el libro de la Ley de Moisés, sin desviarse de ella por ningún lado. [7] No se mezclarán con esas naciones que subsisten entre ustedes. No invocarán a sus dioses ni jurarán por su nombre; no los servirán ni se agacharán ante ellos. [8] Manténgase más bien unidos a Yavé, nuestro Dios, como lo han hecho hasta el día de hoy. [9] Por eso Yavé ha desalojado ante ustedes a pueblos numerosos y poderosos; ninguno pudo resistirles hasta el presente. [10] Uno solo de ustedes perseguía a mil, pues Yavé, nuestro Dios, peleaba por ustedes, como se lo había prometido. [11] Así que tengan mucho cuidado: ustedes amarán a Yavé, su Dios. [12] Pero si se apartan de él y se unen al resto de estos pueblos que todavía quedan entre ustedes, si llegan a ser sus parientes y se mezclan con ellos, [13] sepan que Yavé no seguirá arrojando delante de ustedes a esos pueblos, sino que serán para ustedes un lazo y una trampa, un látigo en sus costados y espinas en sus ojos, hasta que hayan desaparecido de esta espléndida tierra que les ha dado Yavé, nuestro Dios. [14] Estando yo a punto de irme por el camino de toda criatura, les declaro: Reconozcan en su alma y conciencia que todas las promesas de Yavé, nuestro Dios, se cumplieron; ni una ha quedado sin efecto; ni una ha fallado. [15] Pero, de la misma manera que todas estas promesas de Yavé a favor nuestro se han cumplido, de igual modo mandará Yavé contra ustedes todos estos males con que los ha amenazado, hasta borrarlos de la magnífica tierra que les había dado. [16] Si ustedes rompen la alianza que Yavé, nuestro Dios, les ha prescrito; si siguen y sirven a dioses ajenos; si se inclinan ante ellos, el furor de Yavé se levantará contra ustedes y desaparecerán pronto de esta tierra fértil que les ha entregado.»

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