Jueces 3, 1 - 31

[1] Estos son los pueblos que Yavé dejó subsistir para probar con ellos a Israel, es decir, a todos los israelitas que no habían conocido ninguna de las guerras de Canaán. [2] Los dejó subsistir para que las generaciones de los hijos de Israel que antes no habían conocido la guerra aprendieran a guerrear. [3] Quedaron los cinco príncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los jeveos del monte Líbano, desde la montaña de Baal-Hermón hasta la entrada de Jamat. [4] Sirvieron, pues, para probar con ellos a Israel, a ver si guardaban los mandamientos que Yavé había prescrito a sus padres por medio de Moisés. [5] Así, los israelitas habitaron en medio de los cananeos, heteos, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos; [6] se casaron con sus hijas, dieron sus propias hijas a los hijos de aquéllos y sirvieron a sus dioses. OTONIEL, EHUD Y SAMGAR [7] Los israelitas se portaron muy mal con Yavé; se olvidaron de Yavé, su Dios, y sirvieron a los Baales y a los Aserás. [8] Por esto estalló la ira de Yavé contra Israel y los dejó en manos de Cusan Risataím, rey de Aram, al que estuvieron sometidos durante ocho años. [9] Entonces los israelitas clamaron a Yavé, y él suscitó de entre ellos un libertador que los salvó, Otoniel, hijo de Quenaz y hermano menor de Caleb. [10] El espíritu de Yavé estuvo sobre él y se puso al frente de Israel. Hizo la guerra y Yavé puso en sus manos a Cusan Risataím, rey de Aram, al que venció. [11] El país tuvo paz por espacio de cuarenta años. Luego murió Otoniel, hijo de Quenaz. [12] Los israelitas volvieron a portarse mal con Yavé, y él fortaleció a Eglón, rey de Moab, para que los atacara; la razón fue solamente porque se portaban mal con Yavé. [13] Eglón se unió a los amonitas y los amalecitas; luego se puso en marcha y derrotó a Israel y tomó la ciudad de las Palmeras. [14] Los israelitas estuvieron sometidos a Eglón, rey de Moab, dieciocho años. [15] Pero, como clamaron a Yavé, él les dio un libertador, Ehud, hijo de Guerá, de la tribu de Benjamín, que era zurdo.Los israelitas le encargaron llevar un regalo a Eglón, rey de Moab. [16] Ehud, pues, se hizo un puñal de dos filos, de un codo de largo, y se lo ciñó debajo de la ropa sobre el muslo derecho, [17] y fue a presentar el regalo a Eglón, rey de Moab. Este Eglón era un hombre muy gordo. [18] En cuanto terminó de ofrecer el presente, Ehud dio la señal de partida a los hombres que habían traído todas las cosas; [19] pero él, al llegar al lugar de los Idolos, cerca de Guilgal, volvió donde el rey, al que le dijo: «Tengo un mensaje secreto para ti, oh rey.» Este declaró: «¡Déjenme solo!» Y salieron de su presencia todos los que estaban con él. [20] Entonces se acercó Ehud, mientras el rey estaba sentado en su galería alta particular, que era más fresca. Ehud le dijo: «Señor, tengo un encargo de Dios para ti.» [21] Y el rey se levantó de su silla. Entonces Ehud, con su mano izquierda, tomó el puñal que llevaba sobre el muslo derecho y se lo hundió en el vientre. [22] Incluso el puño penetró con la hoja y se cerró la grasa en torno a la hoja, pues no se la sacó del vientre. [23] Ehud salió por la ventana, habiendo cerrado tras de sí las puertas de la galería alta y echado los cerrojos. [24] Después que se fue, llegaron los servidores y vieron que las puertas de la galería alta tenían puesto el cerrojo. Se dijeron: Seguro que está haciendo sus necesidades en la galería fresca. [25] Esperaron largo rato, pero no se abrían las puertas de la galería alta. Por fin tomaron las llaves y abrieron. Su señor yacía en tierra, muerto. [26] En cuanto a Ehud, había huido mientras ellos esperaban; había pasado por el lugar de los Idolos y se había puesto a salvo en Seira. [27] Apenas llegó, tocó el cuerno en los cerros de Efraím y los israelitas bajaron de los cerros. El se puso al frente de todos y les dijo: [28] «Síganme, porque Yavé ha entregado a la gente de Moab, nuestro enemigo, en manos de ustedes.» Bajaron con él, cortaron los pasos del Jordán hacia Moab y no dejaron pasar a nadie. [29] En aquella ocasión derrotaron a Moab: eran unos diez mil hombres, todos fuertes y valientes, y no se salvó ninguno. [30] Aquel día Moab fue sometido a Israel, y el país quedó tranquilo ochenta años. [31] Luego vino Samgar, hijo de Anat, que derrotó a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes, salvando también él a Israel.

[7] Sirvieron a los Baales..., y Yavé los dejó en manos del rey de Aram. Siempre en la Biblia se juega con esta palabra: quien sirve a un falso dios por voluntad propia será esclavo, contra su propia voluntad. Comparar con 1 Sam 7,3.El espíritu de Yavé estuvo sobre Otoniel. Ver comentario 11,1.Mientras Otoniel y Ehud luchan contra edomitas, moabitas y amonitas venidos del otro lado del Jordán, Samgar se enfrenta a los filisteos. Estos habían llegado por el mar a las costas de Palestina al mismo tiempo que los israelitas entraban por el interior. Pueblo de civilización superior, bien armados y organizados, ocupaban los «Cinco Departamentos», es decir, las cinco ciudades de Gat, Azoto, Ascalón, Acarón y Gaza, con sus alrededores. Dominaban la rica llanura que bordea el mar Mediterráneo, y sus tropas de cuando en cuando venían a molestar a los israelitas establecidos en los cerros. Solamente el rey David les vencerá definitivamente, y de ellos quedará solamente el nombre: Palestina, nombre de la tierra de Israel, viene de pilisteos, o sea, filisteos.

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