Nehemías 3, 1 - 38

EMPIEZAN A RECONSTRUIR LA MURALLA [1] El sacerdote principal Eliasib y sus hermanos, los sacerdotes, se encargaron de construir la Puerta de las Ovejas. La hicieron, colocaron sus hojas y continuaron hasta la torre de Jananeel. [2] Al lado de ellos trabajaron los de Jericó, y más allá Zacur, hijo de Emrí. [3] De la Puerta de los Peces se encargaron los hijos de Sena. La armaron y fijaron sus hojas, barras y goznes. [4] A continuación reconstruyó Mesulam, hijo de Berequías, hijo de Mesezabel, y a su lado reparó Sadoc, hijo de Baaná. [5] Al lado de éstos trabajaron los habitantes de Tecoa, pero sus notables no quisieron cooperar en la empresa en servicio de su Señor. [6] La Puerta Vieja fue reparada por Joyada, hijo de Paseaj, y Mesulam, hijo de Besodías. Ellos armaron y colocaron la puerta con sus cerraduras y barras. [7] Después de éstos, trabajaron Melatías de Gabaón y Yadón de Meronot, así como los de Gabaón y de Mizpá, al lado de la casa del gobernador de la provincia. [8] A su lado trabajó Uziel, miembro del gremio de los orfebres, y después Jonanías, del gremio de los perfumistas: ellos reconstruyeron Jerusalén hasta la muralla ancha. [9] A continuación trabajó Refaías, hijo de Jur, jefe de la mitad del distrito de Jerusalén. [10] Después Yedaías, hijo de Jarumaf, delante de su casa; después Jattus, hijo de Hasabnías. [11] Malquías, hijo de Jarim, y Jasub, hijo de Pajat-Moab, repararon la parte siguiente, hasta la torre de los Hornos. [12] A continuación de éstos trabajó en la reparación, con sus hijas, Salum, hijo de Joloze, jefe de la mitad del distrito de Jerusalén. [13] Hanún y los habitantes de Zanoaj repararon la Puerta del Valle; la construyeron, fijaron sus hojas, barras y bisagras, e hicieron quinientos metros de muralla, hasta la Puerta del Basural. [14] La Puerta del Basural la reparó Malquías, hijo de Rekab, jefe del distrito de Betakerem, con sus hijos; fijó sus hojas, barras y bisagras. [15] La Puerta de la Fuente la reparó Salum, hijo de Col José, jefe del distrito de Mizpá; la construyó, la cubrió y fijó sus hojas, barras y bisagras. También restauró el muro del depósito de agua de Siloé, que está junto a la huerta del rey, hasta las escaleras que bajan de la ciudad de David. [16] Después de él, Nehemías, hijo de Azbuc, jefe de la mitad del distrito de Bet-Sur, reparó hasta enfrente de la tumba de David, hasta el depósito artificial de agua y hasta la casa de los Valientes. [17] A continuación trabajaron los levitas: Rejum, hijo de Baní, y a su lado, Jasavías, jefe de la mitad del distrito de Queilá, en su distrito; [18] después sus hermanos: Binuy, hijo de Jenadad, jefe de la mitad del distrito de Queilá; [19] luego Ezer, hijo de Josué, jefe de Mizpá, reparó otra sección, frente a la subida del arsenal, en el ángulo. [20] Después de él, Baruc, hijo de Zabbay, reparó otro sector, desde el ángulo hasta la puerta de la casa del sumo sacerdote Elyasib. [21] A continuación de él, Meremot, hijo de Urías, hijo de Acos, reparó otro sector, desde la puerta de la casa de Elyasib hasta el término de la misma. [22] Después de éste trabajaron los sacerdotes de este sector. [23] A continuación de ellos, Benjamín y Jasub repararon frente a sus casas. Después, Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, reparó junto a su casa. [24] Después de él, Binuy, hijo de Jenadad, reparó otro trozo desde la casa de Azarías hasta el ángulo y la esquina. [25] Luego Palal, hijo de Uzay, reparó enfrente del ángulo y de la torre superior que se destaca de la casa del rey, cerca del patio de la cárcel. Después de él Pedaías, hijo de Parós, [26] reparó hasta la Puerta de las Aguas, al oriente y hasta delante de la torre saliente. [27] A continuación los de Tecoa repararon otro sector frente a la torre grande saliente hasta el muro de Ofel. [28] Desde la Puerta de los Caballos repararon los sacerdotes, cada uno frente a su casa. [29] Después de ellos reparó Sadoq, hijo de Immer, frente a su casa. [30] Después de él reparó Semaías, hijo de Sekanías, guardián de la puerta oriental. A continuación, Mesulam, hijo de Berequías, frente a su casa. [31] Después, Malquías, del gremio de los orfebres, reparó hasta la casa de los ayudantes y de los comerciantes, frente a la Puerta de la Mifquad, hasta la cámara alta del ángulo. [32] Y lo que quedaba entre la cámara alta del ángulo y la Puerta de las Ovejas lo repararon los orfebres y los comerciantes. LOS ENEMIGOS TRATAN DE DESALENTAR A NEHEMÍAS [33] Cuando Sambalat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, se enojó. [34] Se burlaba de los judíos y decía delante de sus hermanos y de los señores de Samaria: «¿Qué pretenden hacer esos miserables judíos? ¿Acaso van a construir, terminar y celebrar la inauguración en un día? ¿Creen acaso dar vida a esas piedras calcinadas, sacadas de montones de escombros?» [35] Tobías, el amonita, que estaba a su lado, dijo: «Déjenlos que construyan; pues cualquier zorro echará abajo su muralla.» [36] ¡Escucha, Dios nuestro, porque somos despreciados! ¡Haz que caiga su insulto sobre su cabeza y entrégalos al desprecio en un país donde estén desterrados! [37] No pases por alto sus insultos, ni su pecado sea borrado en tu presencia, porque han ofendido a los que edificaban. [38] El pueblo trabajaba de todo corazón y llegamos a terminar la muralla hasta media altura.

[33] Pronto el trabajo de Nehemías despierta celos y sospechas. Nada raro. La firmeza de un solo hombre, fue suficiente para animar a todos. En ese momento preciso, levantar la muralla de Jerusalén era la tarea concreta sin la cual pararía la historia sagrada. De transigir y demorar, el pueblo judío habría perdido los medios de su independencia y el sentido de su misión. Lo mismo hoy, aunque la misión de la Iglesia sea eminentemente espiritual, nuestra fidelidad al Señor depende de nuestra actitud frente a atropellos y traiciones a la verdad en cosas muy concretas de la vida social.

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