Oseas 10


[1] Israel era una viña excelente que daba uva en abundancia. Cuanto más eran loos frutos, más multiplicaba sus altares; mientras mejor le iba al país, más embellecía sus pilares sagrados. [2] Su cariño está repartido, pero me lo van a pagar. Yavé mismo derribará sus altares y demolerá sus monumentos sagrados. [3] Ahora andan diciendo: «Nos quedamos sin rey por no haber respetado a Yavé. Pero, ¿qué podría haber hecho el rey en favor nuestro?» [4] Dejen que hablen, y que juren en falso, y que celebren convenios, pues su sentencia está lista para florecer, como hace la hierba mala entre los surcos de los sembrados. [5] Los habitantes de Samaria se lamentan por su ternero de Betavén; su pueblo hace duelo por el ternero, y los sacerdotes lloran a su glorioso ídolo; [6] pues él también es llevado a Asiria, como regalo para el gran rey. Para Efraím será una afrenta, ¡qué vergüenza para Israel! [7] Su rey será sacado de Samaria como se limpia la espuma de la superficie de un estanque. [8] Los santuarios altos de Aven, donde pecaba Israel, serán destruidos; zarzas y cardos cubrirán sus altares. Entonces dirán a las montañas: «Escóndannos», y a los cerros: «Caigan sobre nosotros». [9] Desde aquel día en Guibea estás pecando, Israel; no has cambiado nada. ¿No serán castigados como lo fueron los malvados en Guibea? [10] Yo los castigaré y las naciones se juntarán contra ellos por su doble crimen.

AMENAZAS Y LLAMAMIENTO A LA CONVERSIÓN
[11] Efraím es una vaquilla bien domesticada, a la que le gusta trillar; pero yo voy a poner un yugo sobre su hermosa cabeza: [12] Israel tirará del arado, Jacob rastrillará. Siembren, pues, según la justicia, y cosechen la bondad. Roturen para ustedes tierras sin cultivar, pues es tiempo de buscar a Yavé hasta que venga a traerles la justicia. [13] Pero ustedes han sembrado el mal, han cosechado la injusticia y se han comido el fruto de la mentira. Ya que tú te sientes orgulloso de tus carros y de tu ejército numeroso, [14] reinará la confusión en tus ciudades y serán demolidas tus fortalezas, como pasó cuando Salmán atacó y destruyó a Betabel, y todo fue aplastado, la madre con sus hijos. [15] Así te voy a tratar, Israel, por todo el mal de tus acciones malas. El rey de Israel desaparecerá

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