Santiago 3, 1 - 18




PECADOS DE LA LENGUA

[1] Hermanos, no se hagan todos maestros; ya saben que como maestros seremos juzgados con más severidad, [2] y todos tenemos nuestras fallas. El que no peca en palabras es un hombre perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona. [3] Poniendo un freno en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos así todo su cuerpo. [4] Lo mismo ocurre con los barcos: con un pequeño timón el piloto los maneja como quiere, por grandes que sean, aun bajo fuertes vientos. [5] Así también la lengua es algo pequeño pero puede mucho; aquí tienen una llama que devora bosques. [6] La lengua es un fuego, y es un mundo de maldad; rige nuestro organismo y mancha a toda la persona: el fuego del infierno se mete en ella y lo transmite a toda nuestra vida. [7] Animales salvajes y pájaros, reptiles y animales marinos de toda clase han sido y de hecho son dominados por la raza humana. [8] Pero nadie ha sido capaz de dominar la lengua. Es un azote que no se puede detener, un derrame de veneno mortal. [9] Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios. [10] De la misma boca salen la bendición y la maldición. [11] Hermanos, esto no puede ser así. ¿Es que puede brotar de la misma fuente agua dulce y agua amarga? [12] La higuera no puede producir aceitunas ni la vid higos, y lo salobre no dará agua dulce.

LA VERDADERA SABIDURÍA

[13] ¿Así que eres sabio y entendido? Si tu sabiduría es modesta, veremos sus frutos en tu conducta noble. [14] Pero si te vuelve amargo, celoso, peleador, no te fíes de ella, que eso sería mentira. [15] Esa clase de sabiduría no viene de arriba sino de la tierra, de tu propio genio y del demonio. [16] Y donde hay envidia y ambición habrá también inestabilidad y muchas cosas malas. [17] En cambio la sabiduría que viene de arriba es, ante todo, recta y pacífica, capaz de comprender a los demás y de aceptarlos; está llena de indulgencia y produce buenas obras, [18] no es parcial ni hipócrita. Los que trabajan por la paz siembran en la paz y cosechan frutos en todo lo bueno.

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