DIOS REPROCHA A SU PUEBLO [1] En los tiempos de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, Isaías, hijo de Amós, tuvo esta visión acerca de Judá y Jerusalén. [2] ¡Cielos y tierra, oigan! Escuchen la queja de Yavé: «Crié hijos hasta hacerlos hombres, pero se rebelaron contra mí. [3] El buey conoce a su dueño y el burro el pesebre de su señor; pero Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.» [4] ¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de crímenes, raza de malvados, hijos perversos! Han abandonado a Yavé, han despreciado al Santo de Israel. [5] ¿Dónde quieren que les pegue ahora, ya que siguen rebeldes? Tienen toda la cabeza dolorida, el corazón entero apenado, [6] desde la planta de los pies hasta la cabeza no les queda nada sano; sólo eridas, golpes, llagas vivas que no han sido envueltas ni vendadas ni aliviadas con aceite. [7] Su país es una soledad con ciudades hechas cenizas; ustedes vieron las cosechas, y el enemigo se las comió; esta ruina no es menos que la de Sodoma. [8] A