Jonás 3, 1 - 10

CONVERSIÓN DE NÍNIVE [1] Por segunda vez la palabra de Yavé llegó a Jonás y le dijo: [2] «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te diga.» [3] Se levantó Jonás y fue a Nínive, como se lo había ordenado Yavé. Nínive era una ciudad muy grande. Se necesitaban tres días para atravesarla. [4] Jonás entró en la ciudad e hizo un día de camino pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.» [5] Los ninivitas creyeron en la advertencia de Dios y ordenaron un ayuno, y se vistieron de saco desde el mayor al menor. [6] La noticia llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó sobre cenizas. [7] Luego hizo publicar esta orden en Nínive: «Hombres y bestias no comerán ni beberán nada. [8] Que se vistan de saco y clamen a Dios insistentemente. Que cada uno se corrija de su mala conducta y de sus malas obras. [9] ¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?» [10] Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se arrepintió él también y no los castigó como los había amenazado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

SIRACIDES