Salmo 13 (12), 1 - 6

[2] ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro? [3] ¿Hasta cuándo sentiré angustia en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día? ¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará a costa mía? [4] ¡Señor, Dios mío, mírame y respóndeme! Ilumina mis ojos para que no me duerma con los muertos, [5] y no diga mi enemigo que acabó conmigo, ni mis adversarios se alegren al verme vacilar. [6] En cuanto a mí, confío en tu bondad; conoceré la alegría de tu salvación y cantaré al Señor que me ha tratado bien.

[1] La oración personal, la oración perseverante siempre será escuchada.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

SIRACIDES