Salmo 23 (22), 1 - 6

[1] El Señor es mi pastor: nada me falta; [2] en verdes pastos él me hace reposar. A las aguas de descanso me conduce, [3] y reconforta mi alma. Por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre. [4] Aunque pase por quebradas oscuras, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo con tu vara y tu bastón, y al verlas voy sin miedo. [5] La mesa has preparado para mí frente a mis adversarios, con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa. [6] Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa del Señora por largos, largos días.

[1] Tu bastón, tu vara: uno sirve para abrirse camino entre los matorrales y la otra, para defender al rebaño.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

SIRACIDES