Salmo 83 (82), 1 - 19

[2] ¡Oh Dios, no descanses, no te calles, oh Dios, no te quedes impasible! [3] cuando tus enemigos hacen estruendo y los que te odian levantan la cabeza. [4] Traman un complot contra tu pueblo, conspiran contra tus protegidos. [5] "Vengan, dicen, no sean más nación, y que nadie recuerde el nombre de Israel". [6] Se pusieron todos de acuerdo, sellaron una alianza contra ti: [7] los clanes de Edom y de Ismael, los de Moab y los hijos de Agar, [8] los de Guebal, Amón y de Amalec, los filisteos y la gente de Tiro; [9] hasta los de Asur se unieron a ellos y prestaron su fuerza a los hijos de Lot. [10] Haz que corran la suerte de Madian, de Sísera y Jabín en el valle de Cisón, [11] que fueron exterminados junto a Endor, y de abono sirvieron a la tierra. [12] Trata a sus príncipes como a Oreb y a Zeb, y como a Zebáh y Salmaná a sus capitanes, [13] que habían dicho: "Nosotros conquistaremos los dominios de Dios". [14] Dios mío, trátalos como un torbellino, como paja llevada por el viento; [15] como incendio que arrasa con el bosque, como fuego que corre por los montes, [16] así persíguelos con tu tormenta y llénalos de terror con tu huracán. [17] Cúbreles la cara de vergüenza. tal vez así, Señor, busquen tu nombre. [18] Que se confundan y espanten para siempre, que sean humillados y perezcan. [19] Sepan que sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra.

[1] Los versículos 10-13 aluden a las guerras de liberación de Israel en tiempos de los Jueces (caps. 4 y 7).

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