Salmo 101 (100), 1 - 8

[1] Quiero cantar lo que es bueno y justo; para ti, Señor, será mi salmo. [2] Me entrenaré en el camino perfecto; pero tú, ¿vendrás a mí? No tendré más que rectas intenciones para actuar en mi casa. [3] Nada tendré en vista que pueda ser malvado. Odio el proceder de los extraviados, no permitiré que se me pegue. [4] Lejos de mí el corazón perverso, desconozco al malvado. [5] Al que denigra en secreto a su prójimo yo lo haré callar; al de ojos altaneros y corazón engreído no lo soportaré. [6] Buscaré a los leales del país para que vivan conmigo; al que sigue el camino perfecto lo pondré a mi servicio. [7] No morará en mi casa el que trama el engaño; el que anda con mentiras no comparezca en mi presencia. [8] Cada mañana acabaré con todos los malvados del país, para suprimir de la ciudad del Señor a todos los que hacen el mal.

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