Deuteronomio 23
LEYES QUE RESALTAN EL CARÁCTER SAGRADO DEL PUEBLO DE ISRAEL
[1] Ninguno tomará por esposa a la de su padre; que no se atreva a deshonrar a su padre. [2] El hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado no será admitido en la asamblea de Yavé. [3] Tampoco el mestizo será admitido en la asamblea de Yavé, ni aun en la décima generación. [4] El amonita y el moabita no se admitirán jamás en la asamblea de Yavé, ni aun después de la décima generación. [5] Porque, cuando ustedes venían de Egipto, no les salieron al encuentro con pan y agua sino que trajeron a Balaam, hijo de Beor de la ciudad de Petar en Mesopotamia, para que los maldijera. [6] Pero Yavé, tu Dios, no escuchó a Balaam y cambió la maldición por bendición, porque Yavé te ama. [7] A estos pueblos nunca les proporcionarás prosperidad ni bienestar. [8] Pero no aborrecerás al edomita, pues es hermano tuyo. No aborrecerás al egipcio, porque fuiste peregrino en su tierra. [9] A la tercera generación, sus descendientes podrán ser admitidos en la asamblea de Yavé. [10] Cuando salgas de campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda acción mala. [11] Si hay entre los tuyos un hombre que no esté puro por causa de una polución nocturna, saldrá fuera del campamento y no volverá a entrar. [12] Al llegar la tarde se lavará y a la puesta del sol podrá entrar de nuevo al campamento. [13] Habrá un lugar afuera del campamento para satisfacer las necesidades naturales. [14] Llevarás una estaquita al cinturón, con la cual harás un hoyo antes de ponerte en cuclillas, y luego taparás el excremento con la tierra sacada. [15] Porque Yavé, tu Dios, recorre el campamento para protegerte y entregar en tus manos al enemigo. Por eso tu campamento debe ser cosa limpia y sagrada, en que Yavé no vea nada indecente; de lo contrario se apartaría de ti. [16] No entregarás a su amo al esclavo que huyó de su casa y se acogió a ti. [17] Se quedará contigo entre los tuyos, en el lugar que él elija en una de tus ciudades, donde mejor le parezca; no lo molestarás. [18] No habrá entre las hijas de Israel prostituta sagrada, ni prostituto sagrado entre los hijos de Israel. [19] Sea cual fuere el voto que hayas hecho, no llevarás a la casa de Yavé, tu Dios, regalo de prostitutas, ni salario de perro, o sea, prostituto, porque ambas cosas son abominables a los ojos de Yavé. [20] No prestarás con interés a tus hermanos, ni dinero, ni alimentos, ni cualquier otra cosa por la que se cobran intereses. [21] Al extranjero podrás prestarle con interés, pero a tu hermano, no. Con esto conseguirás que Yavé, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas, en la tierra que vas a poseer. [22] Si haces algún voto a Yavé, no tardes en cumplirlo, porque sin duda Yavé te lo reclamará y tú cargarías con un pecado. [23] Pero si no haces votos, no cometes pecado alguno. [24] Cumplirás tus promesas y, si haces algún voto, ofrecerás según hayas prometido a Yavé. [25] Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer las uvas que quieras, pero no podrás llevarte ninguna. [26] Si pasas por los sembrados de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano, pero no meterás la hoz en las mieses de tu prójimo.
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