Jueces 20, 1 - 48

[1] Salieron, pues, todos los hijos de Israel y se reunió toda la comunidad como un solo hombre, desde Dan hasta Bersebá, e incluso el país de Galaad, delante de Yavé en Mizpá. [2] Los principales de todo el pueblo y todas las tribus de Israel acudieron a la asamblea del pueblo de Dios: cuatrocientos mil hombres de a pie armados con espada. [3] También los hombres de la tribu de Benjamín supieron que los israelitas habían subido a Mizpá. Los hijos de Israel dijeron: «Dígannos cómo ha sido el crimen.» [4] El levita, marido de la mujer asesinada, tomó la palabra y dijo: «Había llegado con mi concubina a Guibea de Benjamín para pasar la noche. [5] Los vecinos de Guibea se presentaron con la intención de maltratarnos y rodearon por la noche la casa; estaban decididos a matarme a mí y abusaron tanto de mi concubina, que murió. [6] La tomé entonces, la descuarticé y envié los trozos por todo el territorio de Israel, porque habían cometido una infamia en Israel. [7] Aquí están todos los hijos de Israel: convérsenlo y tomen aquí mismo una resolución.» [8] Todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijo: «Ninguno de nosotros marchará a su tienda, nadie volverá a su casa. [9] Esto es lo que hemos de hacer con la gente de Guibea. Echaremos suertes [10] y tomaremos de todas las tribus de Israel diez hombres por cada cien, cien por cada mil y mil por cada diez mil; ellos recogerán víveres para la tropa, para los que irán a castigar a Guibea de Benjamín por la infamia que sus habitantes han cometido en Israel.» [11] Así se juntó contra la ciudad toda la gente de Israel como un solo hombre. [12] Las tribus de Israel enviaron mensajeros por toda la tribu de Benjamín para decirles: «¿Qué crimen es este que se ha cometido entre ustedes? [13] Entréguennos, pues, a esa gente, esos malvados de Guibea, para que los matemos y desaparezca el mal de Israel.» Pero los benjaminitas no quisieron hacer caso a sus hermanos israelitas. [14] Entretanto los de Benjamín, dejando sus ciudades, se reunieron en Guibea para salir a combatir contra los israelitas. [15] Aquel día los benjaminitas llegados de diversas ciudades hicieron el censo, que dio en total veintiséis mil hombres armados de espada, sin contar los habitantes de Guibea. [16] En toda esta tropa había setecientos hombres valientes, todos zurdos, capaces de lanzar una piedra con la honda contra un cabello, sin errar el tiro. [17] La gente de Israel hizo también el censo. Sin contar a Benjamín, eran cuatrocientos mil hombres capaces de manejar la espada, todos hombres de guerra. [18] Partieron, pues, y subieron a Betel, donde consultaron a Dios. Los israelitas preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero a combatir a los hijos de Benjamín?» Y Yavé respondió: «Judá subirá primero.» [19] Los israelitas se levantaron temprano y acamparon frente a Guibea. [20] Avanzaron para combatir contra Benjamín y se pusieron en orden de batalla frente a Guibea. [21] Pero los de Benjamín salieron de Guibea y mataron a veintidós mil israelitas. [22] Los hijos de Israel subieron a llorar ante Yavé hasta la tarde y luego consultaron a Yavé, diciendo: «¿He de entablar combate otra vez con los hijos de mi hermano Benjamín?» Yavé respondió: «Suban contra él.» [23] Entonces el pueblo, la tropa de Israel, recobró su valor y volvió a ponerse en orden de batalla en el mismo lugar que el primer día. [24] El segundo día, los hijos de Israel atacaron a los benjaminitas; [25] pero también aquel día Benjamín salió a su encuentro y volvió a matar dieciocho mil israelitas,todos entendidos en manejar la espada. [26] Entonces todos los israelitas y todo el pueblo subieron a Betel. Allí lloraron, sentados delante de Yavé, ayunaron todo el día hasta la tarde y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión delante de Yavé, [27] pues el Arca de la Alianza de Dios se encontraba allí [28] y Finjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de mi hermano Benjamín o no?» Yavé respondió: «Suban mañana, los entregaré en sus manos.» [29] Israel puso gente emboscada alrededor de Guibea. [30] Al tercer día, los hijos de Israel marcharon contra Guibea y se pusieron en orden de batalla como las otras veces. [31] Entonces salieron los hijos de Benjamín a su encuentro, pero los de Israel les cortaron el paso para volver a la ciudad. Comenzaron como las otras veces a matar gente de Israel por los caminos que suben uno a Betel y otro a Guibea: mataron como a treinta hombres. [32] Los benjaminitas pensaron: «Los hemos derrotado como la primera vez.» Pero los israelitas se habían dicho: «Vamos a huir para atraerlos lejos de la ciudad y cortarles los caminos.» [33] Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de su campamento y tomaron posiciones en Baal-Tamar, mientras que los de ellos que se habían emboscado salieron desde sus puestos al oeste de Guibea. Así llegaron frente a Guibea [34] diez mil hombres elegidos de todo Israel. El combate se endureció sin que los benjaminitas se dieran cuenta de la calamidad que se les venía encima. [35] Yavé derrotó a Benjamín ante Israel, y aquel día los israelitas mataron de los de Benjamín a veinticinco mil cien hombres, todos ellos de los que manejan la espada. [36] Los benjaminitas se vieron derrotados, pero los hombres de Israel habían cedido terreno a Benjamín porque contaban con la emboscada que pusieron contra Guibea. [37] Los emboscados se lanzaron, desplegándose rápidamente, acometieron a Guibea y pasaron a cuchillo a toda la ciudad. [38] La gente de Israel se había puesto de acuerdo con los emboscados en que éstos harían salir de la ciudad muchas señales de humo. [39] A esta señal entrarían a pelear los israelitas. Así, pues, los que huían de Israel se dieron vuelta cuando los de Benjamín les habían matado como treinta hombres, y se decían: «Están ya derrotados como en la primera batalla.» [40] Entonces, la señal de humo comenzó a subir de la ciudad y Benjamín, mirando atrás, vio que las llamas de toda la ciudad subían al cielo. [41] Entonces los israelitas hicieron frente y los benjaminitas temblaron ante la calamidad que se les venía encima. [42] Volvieron la espalda ante la gente de Israel y huyeron camino del desierto, pero la batalla se les echó encima y los que venían de la ciudad los exterminaban. [43] Así envolvieron a Benjamín, lo persiguieron sin descanso y lo aplastaron hasta llegar frente a Guibea por el oriente. [44] Cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos valientes. [45] Los sobrevivientes volvieron la espalda y huyeron hacia el desierto, hacia la peña de Rimmón. Pero hubo como cinco mil que fueron ejecutados en los caminos. Luego persiguieron a Benjamín hasta Guideón y mataron dos mil hombres. [46] En total aquel día murieron veinticinco mil hombres de Benjamín que manejaban la espada, todos ellos valientes. [47] De los que huyeron al desierto hacia la peña de Rimmón, seiscientos hombres escaparon. [48] Allí se quedaron cuatro meses. Las tropas de Israel se volvieron contra los pueblos de Benjamín y los pasaron a cuchillo, tanto las poblaciones como el ganado y todo lo que había. Incendiaron también todas las ciudades que encontraron.

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