Levítico 20

ALGUNAS LEYES PENALES [1] Yavé habló a Moisés para decirle: [2] «Di a los hijos de Israel: Si un israelita o uno de los extranjeros que habitan en Israel sacrifica a alguno de sus hijos según el rito de Moloc morirá: la gente del pueblo lo apedreará. [3] Yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y lo eliminaré de su pueblo. Pues al sacrificar su descendencia para Moloc, contaminó mi Santuario y profanó mi santo Nombre. [4] Si la gente del pueblo cierra sus ojos respecto de ese hombre cuando entrega su descendencia para Moloc y no lo hace morir, [5] volveré yo mi rostro contra ese hombre y contra toda su familia y borraré de en medio de su pueblo a él y a todos los que se venden como él a Moloc. [6] Si alguno se dirige a los que consultan a los espíritus, o a los brujos para prostituirse con ellos, volveré mi rostro contra él y lo eliminaré de su pueblo. [7] Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes. [8] Guarden mis preceptos y practíquenlos: ¡yo soy Yavé, y a ustedes les hago santos! [9] Cualquiera que maldiga a su padre o a su madre morirá. El que maldice a su padre o a su madre, quiere su propia muerte. [10] Si alguno comete adulterio con una mujer casada, con la mujer de su prójimo, morirán los dos, el adúltero y la mujer adúltera. [11] El hombre que se acueste con la mujer de su padre ha descubierto la desnudez de su padre; los dos morirán, y serán respnsables de su propia muerte. [12] Si un hombre se acuesta con su nuera, los dos morirán: han cometido una infamia y son responsables de su propia muerte. [13] Si un hombre se acuesta con un varón, como se acuesta con una mujer, ambos han cometido una infamia; los dos morirán y serán responsables de su muerte. [14] El hombre que tome a una mujer y a su madre comete una infamia. Se les quemará a él y a ellas para que no haya infamia entre ustedes. [15] Si un hombre tiene relación sexual con un animal, morirán él y el animal. [16] Y si una mujer la tiene con un animal, los dos morirán también. Son responsables de su propia muerte. [17] El hombre que tiene relaciones con su hermana, hija de su padre o de su madre y ve su desnudez y ella la de él, es una ignominia; serán exterminados en presencia de los hijos de su pueblo. Ha descubierto la desnudez de su hermana: cargará con su maldad. [18] Si un hombre se acuesta con una mujer durante su derrame menstrual y descubre su desnudez, ha descubierto, y ella también, la fuente de su sangre; ambos serán borrados de en medio de su pueblo. [19] No tendrás relaciones sexuales con la hermana de tu madre, ni con la de tu padre, porque son tu propia carne; de hacerlo, cargarás con tu maldad. [20] Si un hombre se acuesta con su tía, descubre la desnudez de su tío; de hacerlo, cargará con su pecado y morirá sin hijos. [21] Si un hombre toma la mujer de su hermano, comete una maldad: ha descubierto la desnudez de su hermano. Estos no tendrán hijos. [22] Guarden, pues, todas mis tradiciones y mandamientos y pónganlos en práctica. Así no los vomitará esa tierra a donde los estoy llevando para que vivan en ella. [23] No seguirán las costumbres de la gente que voy a arrojar delante de ustedes, pues a causa de esas mismas prácticas les tomé odio. [24] Por esto les he dicho a ustedes: Poseerán su tierra; y soy quien se la doy, de manera que sea de ustedes esa tierra que mana leche y miel: yo soy Yavé, el Dios de ustedes, que los ha separado de entre los pueblos. [25] Distingan bien, pues, entre el animal puro y el impuro y entre ave pura e impura, y no se contaminen comiendo algún animal, o ave, o cualquier ser que se mueva en la tierra, que yo haya separado como impuro. [26] Sean santos para mí, porque yo soy Santo, yo Yavé, que los he separado de los demás pueblos para que sean míos. [27] Todo hombre o mujer que llame a los espíritus o practique hechicerías morirá. Los apedrearán y su sangre caerá sobre ellos.»

[1] Este capítulo enumera los castigos que corresponden a las faltas anteriormente denunciadas. La fórmula será eliminado de su pueblo es ambigua: en algunos casos castiga la justicia humana, en otros se amenaza con una maldición de Dios.Los capítulos 21 y 22 se refieren a los deberes y privilegios de los sacerdotes. Tal vez todas estas consideraciones nos parezcan detalles materiales y extraños a la verdadera santidad del sacerdote. Tenían sin embargo un valor pedagógico en aquel tiempo, y también hoy nos enseñan cuán santo es el servicio del Señor.

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