Levítico 24
[1] Yavé habló a Moisés diciendo: [2] «Manda a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de oliva molida, para el candelero, para mantener continuamente la luz encendida. [3] Aarón mantendrá la lámpara de la mañana hasta la tarde en presencia de Yavé, fuera de la cortina que está delante del Testimonio en la Tienda de las Citas: es una ley perpetua de generación en generación. [4] El colocará las lámparas sobre el candelabro puro que permanece ante Yavé. [5] Tomarás flor de harina y cocerás con ella doce tortas, dos décimas de harina para cada una. [6] Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en presencia de Yavé. [7] Pondrás sobre cada fila incienso puro para que el pan sea un memorial, un sacrificio por el fuego para Yavé. [8] Cada sábado, de generación en generación, dispondrán esos panes ante Yavé de parte de los hijos de Israel, como signo de alianza perpetua. [9] Estos panes serán para Aarón y sus hijos, que los comerán en lugar sagrado. Y los tendrán por cosa muy santa entre todos los sacrificio por el fuego para Yavé. Es una ley para siempre. LA BLASFEMIA, O SEA, EL INSULTO CONTRA DIOS [10] Un día, en el campamento, hubo un altercado entre un hombre de madre israelita y de padre egipcio, y un israelita. [11] El hijo de la israelita (ella se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Gad) blasfemó y maldijo el nombre de Yavé, por lo que lo llevaron ante Moisés. [12] Y lo tuvieron preso hasta que Yavé dispusiera lo que había que hacer con él. [13] Y Yavé dijo a Moisés: «Saca fuera del campamento al que blasfemó. [14] Todos los que lo oyeron pondrán las manos sobre su cabeza, y luego toda la comunidad lo apedreará. [15] Entonces dirás a los hijos de Israel: Cualquier persona que maldiga a su Dios cargará con su pecado; [16] el que blasfeme el nombre de Yavé será castigado de muerte: toda la comunidad lo apedreará. Sea israelita o extranjero, si blasfema el nombre de Yavé, morirá. LA LEY DEL TALIÓN [17] El que hiera de muerte a cualquier persona morirá. [18] El que hiera de muerte a un animal pagará con otro; vida por vida. [19] El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará: [20] fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se hará la misma lesión que él ha causado al otro. [21] El que mate a un animal, dará otro por él, pero el que mate a una persona humana, morirá. [22] La ley será la misma para el forastero y para el nativo, porque yo soy Yavé, su Dios.» [23] Moisés, pues, hablá a los hijos de Israel, que sacaron al blasfemo fuera del campamento y lo apedrearon. Lo hicieron tal como Yavé lo había mandado a Moisés.
[17] Ojo por ojo. En 24,19 se expresa la llamada «Ley del Talión». Esta ley buscaba limitar un impulso tan violento como es el rencor y el deseo de represalias. Establece que no se podrá dañar al adversario sino en proporción al perjuicio sufrido: ojo por ojo, diente por diente; al no hacer distinción entre pobre y rico, entre débil y fuerte, hace que se respete la vida y la integridad física de cada cual. Esa justicia, sin embargo, difiere mucho de la de Dios, y Jesús nos enseñará el perdón.
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