Jueces 14, 1 - 20

HISTORIAS DE SANSÓN [1] Sansón bajó a Timná y se fijó en una mujer filistea. [2] Subió a decírselo a su padre y a su madre: «He visto en Timná una mujer filistea; tómenla para mí para que sea mi esposa.» [3] Su padre y su madre le dijeron: «¿No hay ninguna mujer entre las hijas de tus hermanos y en todo el pueblo, para que vayas a tomar mujer entre esos filisteos incircuncisos?» Sansón le respondió a su padre: «Toma ésta para mí, porque es la que me gusta.» [4] Ellos no sabían que esto venía de Yavé, que buscaba un pretexto contra los filisteos, pues por aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel. [5] Sansón, pues, bajó a Timná y, al llegar a las viñas de Timná, vio un cachorro de león que se le acercaba rugiendo. [6] El espíritu de Yavé tomó a Sansón y, sin tener nada en la mano, despedazó al león como lo hubiera hecho con un cabrito. Pero nada de esto le contó ni a su padre ni a su madre. [7] Bajó y habló con la mujer, la cual por fin le gustó. [8] Algún tiempo después, volvió para tomarla y dio un rodeo para ver el cadáver del león: se encontró con que en el cadáver del león había un enjambre de abejas con miel. [9] Sansón recogió miel en sus manos y se la comió mientras caminaba. Al llegar donde sus padres, les dio miel y comieron de ella, pero no les dijo que la había sacado del cadáver del león. [10] Después, el padre de Sansón bajó donde la mujer y Sansón ofreció un banquete, pues así suelen hacerlo los jóvenes. [11] Cuando se presentó, los filisteos designaron a treinta de ellos para que fuesen sus compañeros de boda. [12] Sansón les dijo: «Les voy a proponer una adivinanza. Si me dan la solución dentro de los siete días de la fiesta y aciertan, yo daré treinta túnicas y treinta mudas. [13] Si no pueden darme la solución, ustedes me darán treinta túnicas y treinta mudas.» Ellos respondieron «Di no más tu adivinanza; te escuchamos.» [14] Les dijo: «Del que come salió la comida, y del fuerte salió la dulzura.» Después de tres días no habían acertado la adivinanza. [15] El día cuarto dijeron a la esposa de Sansón: «Convence a tu marido para que nos explique la adivinanza. Si no, te quemaremos a ti y a la familia de tu padre; ¿o es que nos han invitado para robarnos?» [16] La mujer de Sansón se puso a llorar echándose encima de él y le dijo: «No me quieres, ni me amas, has propuesto una adivinanza a los jóvenes de mi pueblo, y a mí no me la has explicado.» El le respondió: «No se la he explicado a mis padres ¿y te la explicaré a ti?» [17] Ella estuvo llorando detrás de él los siete días que duró la fiesta. Por fin, el séptimo día se la explicó porque lo tenía cansado. Ella lo contó a sus paisanos. [18] El séptimo día, antes de que entrara al departamento de los esposos, la gente de la ciudad dijo a Sansón: «¿Qué hay más dulce que la miel y qué más fuerte que el león?» El les respondió: «Si no hubieran arado con mi novilla, no habrían acertado mi adivinanza.» [19] Luego el espíritu de Yavé lo tomó: bajó a Ascalón y mató allí a treinta hombres. Tomó sus despojos y entregó las mudas a los que habían acertado la adivinanza; luego, muy enojado, subió a la casa de su padre. [20] En eso dieron la mujer de Sansón a uno de sus compañeros de boda.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eclesiastés 3, 1 - 22

SIRACIDES