Números 18, 1 - 32

[1] Yavé dijo a Aarón: "Tú, tus hijos y tu tribu contigo, serán responsables del santuario. Tú y tus hijos contigo, tendrán la responsabilidad del sacerdocio. [2] También harás que participen en el culto los Levitas: son tus hermanos, de la tribu de tu padre. Te ayudarán y te asistirán cuando tú y tus hijos tengan que servir en la Tienda del Testimonio. [3] Serán socios de ustedes en todo el servicio de la Tienda, pero no se aproximarán a los objetos sagrados, ni al altar, pues de lo contrario será la muerte para ellos y ustedes. [4] Los acompañarán a ustedes en el servicio de la Tienda de las Citas, en todo lo que concierne al servicio de la Tienda, pero ningún profano se unirá a ustedes. [5] Ustedes asegurarán el servicio del santuario y el del altar. De ese modo no se desencadenará sobre los israelitas la cólera de Dios. [6] Yo mismo escogí a sus hermanos los Levitas de en medio de los israelitas para dárselos. Son donados de Dios para servir en la Tienda de las Citas. Tú, y tus hijos contigo, desempeñarán su ministerio en todo lo que se refiere al altar y a lo que pasa detrás de la cortina. Ustedes asegurarán su servicio y ese sacerdocio es un don que les hago; el extraño que quisiere meterse en eso, morirá".

LOS DERECHOS DE LOS SACERDOTES [8] Yavé dijo a Aarón: "Te doy la parte que se reserva para mí de todas las ofrendas de los Israelitas. Te la doy debido a la consagración que recibieron tú y tus hijos: es una ley perpetua. [9] Esto es lo que te corresponderá de todo lo que se ofrece o se consagra: todas las ofrendas, es decir, todas las oblaciones, todos los sacrificios por el pecado y todos los sacrificios de reparación que se ofrezcan, todo eso será cosa santísima y será para ti y para tus hijos. [10] Lo comerás en un lugar santísimo. Cualquier varón lo podrá comer; la considerarás como una cosa santa. [11] Tuyo será también lo que se reserva de las ofrendas de los israelitas, de cualquier ofrenda mecida; te lo doy a ti, a tus hijos y a tus hijas como ley perpetua. Cualquiera que esté puro en tu casa, lo podrá comer. [12] Te doy además las primicias que los Israelitas presentan a Yavé, lo mejor del aceite, del vino nuevo y del trigo. [13] Te doy los primeros productos de la tierra que ellos lleven a Yavé. Cualquiera que esté puro en tu casa los podrá comer. [14] Todo lo que esté consagrado por anatema en Israel será para ti. [15] Te pertenecerá el primogénito de cualquier ser viviente, sea de hombre o de animal, ofrecido a Yavé. Tú harás solamente el rescate del primogénito de hombre, así como del primerizo de un animal impuro. [16] El rescate se hará a partir de un mes de edad, lo estimarás en cinco siclos de plata calculados según el siclo del Santuario, es decir veinte gueras. [17] Pero no harás el rescate del primerizo de vaca, de oveja ni de cabra, porque están consagrados. Derramarás más bien su sangre sobre el altar, y harás quemar su grasa como sacrificio por el fuego de agradable aroma para Yavé. [18] Para ti será su carne como asimismo el pecho que se haya mecido y la espaldilla derecha. [19] Todo lo que se haya reservado de las ofrendas que hagan los Israelitas a Yavé será considerado como partes santas; te las doy a ti, a tus hijos y a tus hijas: es una ley perpetua. Es una alianza eterna por la sal ante Yavé para ti y para toda tu descendencia contigo".

LOS DERECHOS DE LOS LEVITAS [20] Yavé dijo además a Aarón: Tú no tendrás territorio alguno en el país ni habrá parte alguna para ti en medio de tu pueblo. Porque yo mismo soy tu parte y tu heredad en medio de los Israelitas. [21] A los hijos de Leví les doy como herencia todos los diezmos de Israel, a cambio del servicio que presten, es decir, del servicio de la Tienda de las Citas. [22] Los Israelitas no se acercarán a la Tienda so pena de cometer una falta grave. [23] Los levitas son quienes asegurarán el servicio de la Tienda de las Citas y cargarán con la falta si existiese: es una regla perpetua de generación en generación. Por eso no tendrán heredad entre los Israelitas. [24] El diezmo que los israelitas separan en honor de Yavé, se los doy a los Levitas como parte de su herencia. Por eso les he dicho que no tendrán heredad entre los Israelitas. [25] Yavé dijo a Moisés: [26] Transmitirás esto a los Levitas: Cuando perciban de los Israelitas el diezmo que les otorgo en herencia, reservarán una parte para Yavé: será el diezmo del diezmo. [27] Esa parte que ustedes reservarán, les será contada como se cuenta el trigo en la era o el vino en la cuba. [28] Así pues reservarán una ofrenda para Yavé de todos los diezmos que reciban de los Israelitas y entregarán esa parte al sacerdote Aarón. [29] De todos los dones que reciban reservarán una parte para Yavé, que será lo mejor de todo lo consagrado. [30] Les dirás además: Cuando ustedes aparten lo mejor, el resto del diezmo será para los Levitas como el trigo en la era o como el vino en la cuba. [31] Pondrán comérselo en cualquier parte, ustedes y su familias: es su salario por el servicio que prestarán en la Tienda de las Citas. [32] Si han apartado lo mejor, no cometerán por ello ningún pecado. Cuiden pues de no profanar las ofrendas santas de los Israelitas y no morirán".

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